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jueves, 8 de diciembre de 2011

POLITICA Y SALUD

1º . PARTE .

DECIDIDO A HACERLES PENSAR MAS Y  MEJOR, LES HAGO LLEGAR PARTE DE MI LIBRO : "POLÍTICA Y SALUD ". DESDE ESTA ÓPTICA  DE LA MEDICINA VAN A USTEDES PODER DISCERNIR MEJOR LO QUE LES CONVIENE . LO DIGO PORQUE DESDE YA SOY SU GUÍA , Y USTED ES EL "DUEÑO Y RESPONSABLE" DE SU SALUD .
Profundizar sobre la homeopatía  es árido pata quienes no se dedican a ello, por lo que pongo las cosas mas sen sillas . Adelante !..
Dr. juan carlos schurig terrafo.
“POLÍTICA Y SALUD.”

Los más grandes sucesos, las más grandes ideas (las más grandes ideas son los más grandes sucesos), se comprenden muy tarde; las generaciones contemporáneas no las viven, aunque vivan cerca.
Acontece en la vida como en el reino de los astros. La luz de las estrellas más lejanas llega tarde a nosotros y, entre tanto, el hombre niega que tales estrellas existan.
¿Cuántos siglos necesita un espíritu para ser comprendido?
                                                        Federico Nietzsche

“Lo que es adentro es afuera”, expresa la sabiduría milenaria.
Nuestra piel no nos separa del mundo que nos rodea, por el contrario nos une a limites desconocidos y aquellos que se creen provistos de una “piel de elefante”, que todo les resbala, les digo que se equivocan de plano y no están exento de recibir las influencias de la sociedad  en la que viven de maneras tan diversas como complejas.
Al igual que el cuerpo humano la sociedad es un cuerpo social.
Los sabios Vedas hacían referencias a que cada parte de la sociedad al igual que cada parte del cuerpo humano, cumplían sus roles sociales, por ejemplo: los brazos estaban representados por los guerreros, las piernas por los obreros, el estómago por los campesinos, el cerebro por los sabios y sacerdotes que en su tiempo eran una sola unidad, etc.; con la finalidad de ilustrar al respecto.
Casi todos los Estados suelen tener una política en materia de salud y en los días actuales esa política refleja claramente los intereses del capitalismo con distintos matices nacionales.
Este ensayo nos irá mostrando con claridad la íntima correlación entre la salud individual y la salud colectiva o social y la manera en que una impacta con la otra en un constante ir y venir de lo individual a lo colectivo y viceversa.
Cuando se conciencia que: “UNO SOMOS TODOS Y TODOS SOMOS UNO”, se da por comenzado un proceso de “ampliación y crecimiento” de la conciencia que no tiene fin, para una mente y un espíritu con la fuerza de expansión; solo al principio de haber tomado conocimiento en este concepto el camino comienza a ser andado y a medida  que se practica e interna liza, se cultiva y dimensiona en la mente de cada uno.

  CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE LA SALUD Y LA ENFERMEDAD

“En el arte de curar, salvador de vidas humanas, el médico no debe escatimar la adquisición de nuevos conocimientos, hacerlo, constituiría   un acto criminal.”
Con estas palabras se intenta  aproximar al lector una idea del perfil del ser humano que tiene la responsabilidad de procurar devolver o restaurar la salud de aquellos que la perdieron en el trayecto de sus vidas.
El médico de nuestra época y especialmente de nuestra Nación la República Argentina, se forma siguiendo planes de estudios que le preparan como un “técnicos” en salud, con una visión cientificista que pretende buscar y encontrar a la enfermedad como la responsable a la falta de salud.
Por ello es imprescindible que Ud. internalice conceptos esclareced ores como:
La persona que está enferma “no tiene una enfermedad”, está enferma y esa enfermedad afecta toda su estructura, ya que no existe enfermedad local, sino “localizada”. El ser humano es una “Unidad Funcional” que debe de ser asistida como tal y no como un conjunto de órganos.
El Hecho de que un profesional de la salud instruido universitaria mente como técnico a la manera en la que se forma en nuestras casas de altos estudios y hospitales universitarios,  da mucha  razón  a pensar de que el mismo está formado y preparado para conocer muchas maneras de extirpar un apéndice, una vesícula biliar o un brazo, pero también de que ignora los medios de conservar sanos dichos órganos.
Los actuales profesionales de la salud pasan largos años adquiriendo conocimientos de física, química, mecánica, electrónica y otras técnicas para mejorar la salud pública e individual, para luego aplicar prácticas y medicamentos que “suprimen” síntomas y funciones. En ningún caso se preocupan por atender la función, restablecer la normalidad digestiva, la actividad eliminatoria de la piel, riñones e intestinos. Todo ello debido a que desconoce las leyes inmutables de la naturaleza a la que debiera ceñirse toda terapéutica.
La medicina de hoy sigue las leyes del mercado y por ello es represiva de las defensas naturales. No corrige la causa del desarreglo orgánico y de esta manera combatiendo de frente los síntomas solo logra sofocar las defensas naturales imposibilitando la obra curativa de  la naturaleza, convirtiendo la dolencia aguda en crónicas e incurables.
Hacer responsable de las enfermedades a las bacterias, hongos, virus, etc. nos habla a las claras de un desconocimiento de las leyes naturales. Los microbios que viven entre nosotros  no son nuestros enemigos ya que han permanecido millones de años junto a  nosotros en un comensalismo útil para ambos hasta que por razones de una conducta humana o climática que pone en peligro la existencia de éstos  los vuelven patógenos, o se agresivos para nuestra salud.
Dicho de otra forma ellos también son obras de la creación y participan del plan divino de Dios y están aquí en la tierra para enseñarnos en este camino terrenal.
Con esta sesgada visión se decide una cruzada contra el microbio y por matar a éste se mata la vitalidad del organismo en el que él se asila. Ocurre que esta visión sesgada resulta de gran utilidad a las multinacionales de los medicamentos que ganan millones con enfermos y sanos.
Lo lógico sería tomar conciencia de la importancia de conocer y preservar el terreno que constituye el ser humano, procurando la normalidad funcional de sus órganos y activando la capacidad de eliminación de otros órganos.

* Para edificar una salud individual y colectiva debemos partir de un conjunto de principios:

- Personas que comprendan que la salud es un bien inapreciable, que no se compra, no se vende, no se mendiga, se conquista; y esa conquista se hace conociendo y siguiendo fielmente las leyes naturales a las que estamos sometidos todos los seres vivos que habitamos este planeta.
- Que ese “tesoro valioso” que es la salud es básicamente responsabilidad de cada individuo que debe entender que no es posible conservarla si se la cede a otros, sea estos personas o medicinas y que su cuidado le corresponde a cada individuo  exclusivamente
- El sagrado derecho a vivir sano, a ser dueño de su destino debe estar claramente reconocida por las autoridades sanitarias que hoy solo abogan por poner vacunas, extirpar  e intoxicar con productos químicos.
Estos principios básicos deben ponerse en práctica con la ayuda de un programa que abarque a la familia, la escuela, las universidades y las instituciones de salud pública donde desde la más temprana edad se forme a las personas en sólidos conocimientos de las leyes básicas con que se rige la naturaleza y su salud.
Este plan debe poner fin a los actuales errores de la medicina actual que avasalla la especie humana con el uso y abuso de las actuales técnicas. Plan que de preferencia a desarrollar un pueblo más sano, y a que cada ser sea dueño de su destino.
- El camino es el de disminuir el número de enfermos y no el de aumentar el número de médicos y recursos sanitarios para tratar a los enfermos.
- Entender que un médico formado científicamente en los conocimientos actuales  es incapaz de dar y restablecer la salud ajena, ya que la normalidad funcional de un organismo humano es la resultante de los propios actos de cada uno, o sea de la vida normal o anormal que cada uno haga. Difundir la salud es tarea que le corresponde a quienes quieren hacer una labor de fondo.
Actualmente se reprimen las enfermedades o mejor dicho sus síntomas, se sofoca la tos, se reprime o estimula el apetito y así en todo lo demás.
A toda esta confusa forma de intervenir se le agrega la intencionada  permanente y variada propaganda  que poderosos intereses de fabricantes y comerciantes de drogas, instrumentos de cirugía, aparatos de laboratorio, ortopedia, etc., mantienen cada día a través de los medios de comunicación social, revistas, asociaciones médicas que impiden al individuo pensar por si mismo en cuanto a salud se refiere y no hacen otra cosa que entregarlo indefenso en manos  mercenarias.


2º parte  
                      EL PAPEL DEL ESTADO ACTUAL

El estado decide adoptar un sistema de salud en lugar de permitir a sus ciudadanos formarse debidamente y elegir de igual forma un sistema libre de salud.
Decidido el estado a asumir una posición en materia de salud de la misma manera que lo hace al asumir una religión y dispuesto en este caso a salvar cuerpos y no almas, adopta un sistema que todos conocemos y al hacerlo penetra en las más íntimas actividades del individuo como son la nutrición y eliminación. Se hace responsable de titulaciones y habilitaciones de profesionales de la salud a los que avala, dirige y protege con sus leyes, al tiempo que usufructúa de los impuestos que recoge de las profesiones.
En la próspera Babilonia el estado no habilitaba a los médicos y la única obligación estaba en manos de los enfermos que curados debían concurrir a los lugares públicos  para dar a conocer a otros enfermos  que buscaban alivio de sus males, los medios de que se habían valido  para recuperar su salud.
Sirva este ejemplo para comparar dos actitudes diametralmente opuestas que deben permitirnos reflexionar.

REFLEXIONES SOBRE LA CIRUGÍA Y SUS AVANCES

 La historia de la cirugía ha crecido a fuerza de los grandes conflictos bélicos del tiempo y sus avances se utilizan en tiempos de paz no solo en aquellos que padecen en catástrofes naturales o accidentes varios, sino que se extiende de forma agresiva a las personas enfermas de diversas dolencias. Las mutilaciones de que son objetos enfermos de distintas dolencias y en especial los enfermos de cáncer nos deben hacer reflexionar  ya que condenan a los enfermos  por no contemplar las necesidades del organismo enfermo en su natural acción de respuesta ante la enfermedad.

      EL CONCEPTO DE ENFERMEDADES INCURABLES:

Con esta expresión se da la última razón  que el médico invoca  para explicar el fracaso de los procedimientos a su alcance y las necesidades de ese cuerpo enfermo. No existe enfermedad incurable para la que Dios y la Naturaleza no hayan previsto tratamiento. El médico solo puede aseverar que un enfermo es incurable en razón de que el mismo esté desprovisto de sus defensas o su enfermedad avanzada en  grado tal que la hagan intratable,  y/o que por ignorancia, apatía y desidia el enfermo se deje morir.
El médico actual determina el caso de incurable cuando a él se le han acabado los conocimientos adquiridos en los libros, ya que si a un profesional se le ha enseñado que para curar la apendicitis  es preciso extirpar el apéndice ¿cómo exigirle que, pensando por sí mismo, procure algún medio de desinflamar el órgano afectado, sin mutilar las entrañas del enfermo? Todas las dolencias son curables, pero no lo son todos los enfermos. A la limitada visión formativa del médico se agrega la agresiva terapéutica de la que hace gala  con lo que suma un gran número de “incurables” de su propio sello y prescripción: víctimas de la química, las radiaciones y otras prácticas actuales.
La medicina fracasa no solo por servir al capital sino por carecer de una profunda base filosófica y moral
La medicina moderna ignora el arte de normalizar las funciones de nutrición y eliminación del cuerpo, la medicina ignora la naturaleza de muchas manifestaciones del ser humano como la fiebre, la tos, el dolor, etc., a los que intenta suprimir. La medicina habla el idioma de las enfermedad cuando el enfermo busca su salud, lo que excluye intervenciones extrañas y agresivas.
Profesor Dr. Juan Carlos SCHURIG TERRAF
      Calle Buenos Aires nº. 50, 1º.
Teléfono 4229832 de : San Miguel de Tucumán .
                     República Argentina