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viernes, 26 de mayo de 2017

¿Qué es la leucocitosis digestiva?


 
El Dr. Paul Kouchakof, médico ruso, en 1937 demostró que el alimento cocinado producía un excesivo aumento de glóbulos blancos en la sangre, después de cada comida. A este fenómeno se lo denomina leucocitosis digestiva. Los glóbulos blancos aumentan ante una infección o intoxicación. El alimento cocinado es recibido por el organismo como un tóxico o veneno. La Leucocitosis digestiva generada cada vez que se ingiere un alimento cocinado, desvitaliza al organismo y disminuye su capacidad defensiva. El investigador ruso, también descubrió, analizando a miles de personas que si se consumía un 80 por ciento de alimentos crudos y un 20 por ciento de cocinados se neutralizaba la leucocitosis.
 ¿Cuáles son las ventajas de una dieta crudivegana?
  1. Se adelgaza aun comiendo en grandes cantidades
  2. Se depura el organismo
  3. Se logra gran claridad mental
  4. Incrementa la energía y la vitalidad
  5. Cura enfermedades crónicas y degenerativas o contribuye junto a otra terapéutica natural a la cura, al generarse una sinergia, potenciándose una a la otra
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Alimentos adictivos y antojos


¿A qué se refiere con alimentos adictivos y qué tiene que ver con los antojos?
La gente, relaciona el antojo con el deseo marcado que tiene una mujer embarazada por un determinado sabor o alimento. En este caso, no siempre se trata de una adicción. Más bien puede deberse a alguna carencia de nutrientes.
Es bastante frecuente que en la consulta médica del paciente surja el tema de la adicción por determinados alimentos, los más frecuentes son: hidratos de carbono, dulces en particular, harinas o cualquier otro alimento.
Podríamos establecer tres categorías de adicciones:
  1. Por el contenido de sustancias adictivas en la producción de alimentos de la industria alimentaria, la mayoría de las veces intencionales ( ejemplos.: glutamato monosódico, gluten)
  2. Por carencia de nutrientes
  3. Por modalidades personales constitucionales. Nuestra experiencia como homeópatas nos demuestra que puede estar expresando un simple desequilibrio de la fuerza vital del paciente. Se trata de síntomas generales de gran valor para determinar cuál es el remedio constitucional que le corresponde a esa persona. Ejemplos: deseo de aceitunas, de almendras, de manzana, de comidas muy condimentadas, etc.

De todas maneras, no es tan fácil responder a la pregunta del epígrafe. Nuestro organismo es un complejo sistema biológico formado por billones de células que se agrupan en tejidos, órganos, aparatos y sistemas, cada uno con funciones específicas y determinadas. El funcionamiento integrado de los sistemas psíquico, neural, endocrino e inmunológico permiten a un organismo responder con fines adaptativos a las múltiples demandas que están constantemente presentes en su medio interno y externo. Estos sistemas, a través de hormonas y neurotransmisores, constituyen una red de control mutuo para evitar cambios que puedan ser nocivos para el organismo. Además establecen ritmos, ciclos, pulsos que conservan el equilibrio (homeostasis) y permiten la normalidad de las funciones biológicas – acordes a la edad y sexo – que van a hacer que una determinada sustancia se produzca o no, que una determinada función se incremente o disminuya, de acuerdo a las necesidades biológicas.
Veamos ahora las adicciones más frecuentes:
Hidratos de Carbono: El hidrato de carbono representativo es la glucosa, de la que  obtenemos energía para que las células ejerzan sus funciones. Al aumentar la glucosa en sangre (glucemia) se secreta insulina cuya función es reducir la glucemia promoviendo su transporte al interior de las células. Si baja su concentración sanguínea, se siente cansancio, falta de energía y hasta falta de ganas de vivir. Mucha gente que tiene hipoglucemia cree que lo que le bajó es la presión: Pero come algo dulce y “revive”. Si el cuerpo pide dulce, y consumimos alimentos ricos en hidratos de carbono de absorción rápida se desestabiliza la secreción de insulina por exceso de estímulo y robo de micronutrientes,  por eso cada vez que la persona come dulces, chocolate, miel, papas, arroz blanco, alcohol o  harinas blancas, tales como: galletitas, pan, pastas, facturas, pizza. La glucemia baja desmedidamente luego de haber subido, lo que se conoce como “efecto rebote”.
El azúcar no es necesario para alimentarnos. Se trata de un ingrediente con calorías vacías que aumenta el almacenamiento de grasa en el cuerpo, pero no sacia el hambre. Por el contrario, engaña al cerebro haciéndole creer que tiene hambre.
Un párrafo aparte merece los edulcorantes artificiales contenidos en casi todos los productos “diet” o “light”.  Éstos producen la caída directa del azúcar sanguíneo, sin subida previa. Esto genera efecto rebote y por ende adicción”-
Carne y lácteos: no tienen índice glucémico alto, como en el caso anterior,  pero sí un importante índice insulínico,  que genera adicción  al aumentar la secreción de insulina, con el probable efecto rebote.
Jarabe de maíz de alta fructuosa (JMAF): contenido en bebidas y alimentos, utilizado cada vez más, debido a su bajo costo,  es más  peligroso que el azúcar debido a su capacidad de generar obesidad, diabetes, dislipemia e hígado graso .
Gluten: El cardiólogo William Davis, dice en su libro “Wheat Belly”: “El trigo ha sido modificado genéticamente para tener 50 veces más gluten”“Su proteína gliadina es un opiáceo que estimula el apetito”. Agrega: “el trigo de nuestros días puede ser la más perfecta forma de veneno”
El Dr. David Perlmuter, reconocido neurólogo y autor del célebre libro “Cerebro de Pan” señala: La zonulina (generada en el intestino por el exceso de gluten) es la piedra angular de enfermedades caracterizadas por la inflamación del cerebro (AlzheimerautismoParkinson y trastorno de déficit de atención), al igual que las enfermedades autoinmunes”.
El gluten, una proteína grande y compleja se ha modificado debido a la tecnología agroindustrial,     presenta propiedades adictivas; ya que al llegar al sistema nervioso los péptidos procedentes de su digestión, estimulan los receptores opiáceos (similares a la morfina) que creaapego  a su consumo.
ATENCION: ¿Dónde está el trigo: gluten? : En todos los panificados y productos que se elaboran con harinas, pero también “enmascarado” en lácteos, fiambres, salsas, conservas de carne y pescado, golosinas, sucedáneos del café y otras bebidas de máquina, en algunos helados, chocolates, etc.

 Adicciones por carencias de nutrientes:
  1. Proteínas: En algunas personas genera deseo marcado de carne. Nosotros desaconsejamos la carne. Esta se puede sustituir por alimentos de origen vegetal o súperalimentos
  2. Chocolate: en algunos casos se debe a deficiencia de cromo, magnesio o vitaminas del complejo B.
  3. Frituras o grasas: Puede revelar falta de grasas o ácidos grasos. Recomendamos grasas saludables: palta, aceitunas griegas y aceites: de lino, de chía, de coco, de oliva extra virgen, de girasol de alto oleico
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La homeopatía fue creada por Samuel Hahnemann, una de las genialidades más preclaras de la medicina. Nació en Meissen, Prusia, el 10 de abril de 1755.
Médico, consagrado al estudio y a la meditación, poseía profundos conocimientos de química, farmacia y toxicología. Decepcionado de la terapéutica de su época (sangrías, drásticos y medicinas complejas) en la que era peor el remedio que la enfermedad, abandona el ejercicio de la medicina. Para poder vivir y mantener a su numerosa familia, hace traducciones, dada su condición de políglota.
Descubre la clave de la homeopatía, traduciendo del inglés, un libro de medicina, donde se describía la sintomatología producida por  la intoxicación de la quina en los obreros que la manipulaban. Por otra parte, Hahnemann sabía que los polvos de quina mejoraban el paludismo. O sea:
La quina produce un cuadro de síntomas muy semejante al paludismo. La quina es capaz de combatir el paludismo.
Hahnemann piensa que esta observación podía hacerse extensiva a otras drogas o sustancias de la naturaleza. Se lanza entonces a experimentar con entusiasmo en sí mismo, en familiares y amigos, drogas tales como belladona, mercurio, azufre, etc.
Observa como la belladona reproduce con bastante similitud, la imagen de la escarlatina; o la pulsatilla la imagen del sarampión. Comienza así, poprimera vez, en la historia de la medicina, la experimentación en el ser humano.
Luego de seis años de aplicar el nuevo procedimiento, enuncia la Ley de los Semejantes: “Similia Similibus Curentur, o Ley de Similitud, ley insinuada en la antigüedad por Hipócrates y Paracelso
Se denomina patogenesia al registro de síntomas suscitados en el ser humano por la administración de sustancias medicamentosas. Cuando Hahnemann inició la experimentación en los seres humanos, utilizó drogas en estado crudo, que provocaban grandes agravaciones. Decidió entonces, disminuir la dosis, diluyendo la droga en forma progresiva para atenuar la agravación. Sacudió la dilución (sucusión: procedimiento también inventado por Hahnemann) con el objeto de lograr una mayor dispersión de la sustancia diluida en el solvente. Estos dos procedimientos (dilución y sucusión) le depararon a Hahnemann la sorpresa de observar una acción más profunda y más potente de la droga. Así preparado el remedio, es decir “potentizado”, es capaz de suscitar el llamado efecto secundario de la droga, dado por la reacción del organismo frente al estímulo drogal (el efecto primario es el efecto de la droga en su estado crudo).
A poco de seguir con sus investigaciones, se encuentra Hahnemann ante un nuevo descubrimiento: sustancias inertes desde el punto de vista farmacológico, como Natrum Muriaticum (cloruro de sodio o sal común), Lycopodium (Lycopodio), Silicea (Sílice), etc., pueden desarrollar patogenesias. Estas patogenesias, o conjunto de síntomas, no están referidos a un órgano, a un aparato o a un sistema; es el organismo total, como una unidad psicosomática indivisible, quien responde a la acción energética o dinámica del medicamento homeopático.
Pero no todos los experimentadores son susceptibles al medicamento. Nace así el concepto de idiosincrasia. Es decir, que de cien individuos que tomen por ejemplo, Lycopodium, experimentarán los síntomas del medicamento unos pocos. Algunos sólo serán sensibles a Phosphorus; otros a Calcarea Carbonica, o a cualquiera de los cientos de medicamentos que integran la Materia Médica Homeopática.
A manera de ejemplo, señalamos algunos de los síntomas más característicos de Lycopodium, medicamento del cual se obtuvieron más de 3.000 síntomas patogenéticos.
Lycopodium: los síntomas se manifiestan especialmente en individuos con escaso desarrollo muscular, delgados con marcada tendencia a las afecciones hepáticas. El sujeto Lycopodium presenta arrugas prematuras, tórax delgado y vientre prominente; ojos vivos e inteligentes.
El núcleo de su personalidad lo constituye la falta de confianza en sí mismo, manifestada a través de su timidez, temor al fracaso, indecisión, temor a enfrentar situaciones nuevas, descorazonamiento.
Muchas veces, como formación reactiva a este sentimiento de inferioridad, se vuelve autoritario, altivo, orgulloso en actitud de suficiencia, no tolerando la más mínima contradicción, ante la cual reacciona violentamente. Despierta de mal humor; es sensible a la ofensa; busca la soledad, pero al mismo tiempo teme estar solo. Olvida nombres propios o equivoca palabras al hablar o escribir. Muy emotivo, sobre todo ante un gesto noble o una demostración de afecto. Sueña que vuela. Si le duele la cabeza, será del lado derecho; si se trata de una angina, también; cualquier síntoma tomará esa lateralidad.
Cualquier sufrimiento empeorará a las 16 horas.; o de 16 a 20 horas. Tiene un marcado deseo de dulces. Apetito saciado a los primeros bocados. Debe aflojarse el cinturón. Presenta gran distensión después de comer. Aquí, para terminar, aclaremos que no necesariamente los pacientes de Lycopodium presentarán todos estos síntomas. Podrán tener unos sí y otros no.

SALUTOGÉNESIS


Es un término acuñado por el doctor en Sociología Aaron Antonovsky a finales de los años setenta. Este nuevo paradigma intenta recuperar la visión integral de la persona como ser físico, anímico y espiritual, y el papel activo y responsable de cada uno en su salud y, por consiguiente, en su calidad de vida. Etimológicamente deriva de Salus (del latín: salud) y Génesis (del griego: origen).
La salutogénesis aspira a recuperar el papel activo y responsable de cada individuo y las comunidades en su salud y su calidad de vida
Esta teoría surgió en contraposición a la supremacía de la “patogénesis”, a la búsqueda del origen de las patologías (conocer por qué enferma un individuo) y al conocimiento de la enfermedad en sí, objetivo en que se ha centrado la medicina durante siglos.
Partiendo de la simple pregunta ¿qué crea salud? inició la nueva mirada en positivo del concepto de salud.
La salud positiva es una forma de ver las acciones en salud, focalizando la mirada hacia lo que permite un mayor control sobre la salud y su mejora.
– acciones orientadas hacia al bienestar,
-al crecimiento y
-al envejecimiento saludable. La nueva óptica conocida como perspectiva salutogénica pone énfasis en aquello que genera salud y no en lo que genera enfermedad.
Esta nueva concepción de «salud positiva» emerge frente al modelo tradicionalmente imperante en salud pública que se centra en la protección y la prevención, y pone énfasis en la reducción de los factores de riesgo y en las barreras para parar o atenuar sus consecuencias en la enfermedad.
De este modo se propone romper el actual paradigma médico donde la salud se entiende desde la perspectiva de “riesgos y patología” y transitar hacia un el estudio de los factores que contribuyen a que las personas mantengan y aumenten su bienestar en todas las dimensiones de la persona. En lugar de inventariar y diagnosticar los déficits de los individuos y comunidades, esta metodología se centra en los “activos”: gana valor para la salud todo aquel factor o recurso que potencie la salud y el bienestar individual y colectivo.
Antonovsky postulaba que en el caso de que las personas actuaran en su vida con conductas promotoras de salud, los riesgos se minimizarían y las personas ahorrarían sufrimiento
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Preparación del remedio homeopático: cualquier sustancia de los reinos mineral, vegetal o animal sirve como base para preparar medicamentos. La técnica consiste en diluir una gota de la sustancia (soluto) en 99 de alcohol, o agua alcoholizada (solvente); agitando la mezcla (sucusión) se libera o acrecienta la energía medicamentosa. Tenemos así la primera dinamización centesimal (1ª C). De esta solución se toma una gota, se incorpora en otras 99 gotas del solvente. Agitada esta nueva mezcla tenemos la 2da dinamización centesimal (2da C). Obsérvese que la 2da C no significa una gota en 200, sino una gota en 10.000. Siguiendo con el mismo procedimiento, llegamos a la 3ra centesimal, una gota en un millón o millonésima. Si en tres pasajes, llegamos a diluir el medicamento en 1/1.000.000, al llegar al pasaje número 30, es decir pasada la gota original 30 veces, ya no habría sustancia. La expresión matemática sería: 30 C.: 100-30  y esta es una de las diluciones o dinamizaciones más bajas. Si tenemos en cuenta que después de la 13 C. ya no existe sustancia (pues se llega al límite de la dispersión de la materia) concluiremos que la acción del medicamento es dinámica o energética. Esta energía es la que le confiere el soluto al solvente (información en términos actuales según la física cuántica) y estará en relación directa al grado de dilución: a mayor dilución, mayor energía medicamentosa.