* Una ciencia cuyo objeto es la conservación y la recuperación de la salud.
* El arte de prevenir y curar enfermedades.
* Pero ante todo: EL ARTE DE VIVIR.
UNA CIENCIA Y UN ARTE
Cuando hablamos de vibraciones o de reacciones bioquímicas, hablamos de ciencia. La ciencia - en particular la física - tiene unas leyes perfectamente aplicables a la biología.
Por lo demás, el ser humano también está hecho de componentes sutiles, invisibles e impalpables. Cuando hablamos de estos componentes hacemos referencia al artista y a sus talentos perceptivos.
Por lo tanto la medicina es a la vez una ciencia y un arte. Lo mismo recurre a nuestros conocimientos sensoriales y racionales que a nuestra percepción extra sensorial o intuitiva.
Antaño antes del advenimiento del patriarcado, la medicina la ejercían las comadronas, a las que se llamaba “mujeres sabias”, siendo muy respetadas en el seno de sus comunidades. Ellas establecieron unas tradiciones de curación fundamentadas en la sabiduría y su adagio era: “ante todo no dañar”. Temo que nosotros lo hayamos olvidado.
EL PACIENTE ES EL ÚNICO VERDADERO MÉDICO
El estado superior de consciencia hace que entendamos que el Ser Soberano consciente de su divinidad interior sea su propio médico. Es el principio de todo san ación. Motivo por el cual es que puedo afirmar que el enfermo es el único que se puede curarse. Nadie puede hacerlo en su lugar. La autosanación es la única medicina que cura. Cualquier otra medicina es una ayuda complementaria en el trabajo del paciente sobre si mismo.
La medicina científica atiende el cuerpo - es la que conocemos todos - Esta medicina solo reconoce lo que se ve, se toca o se mide. Niega la existencia de los cuerpos invisibles, al igual que toda conexión entre las emociones, el pensamiento, la consciencia y el estado de salud del cuerpo físico. Cuando se la importuna con algún problema de éste tipo, esta medicina le cuelga la etiqueta de “psico somático” al paciente y lo remite a casa con “pastillas” para los nervios.
Esencialmente materialista, considera que la vida comienza con el nacimiento y acaba con la muerte.
La muerte es un fracaso para el médico.
Para esta medicina, la enfermedad siempre está originada por algún agente externo agresor - microbio, tumor, dolor, u otros - al que hay que combatir. Es una medicina de guerra, dotada con un arsenal de ataque y un vocabulario militar: guerra al cáncer, lucha contra el sida, exterminio de las epidemias (vacunas), arsenal terapéutico, eliminación del dolor. Como la guerra la medicina científica es devastadora, sumamente cara y no soluciona nada.
LAS MEDICINAS NO AGRESIVAS
Cada vez oímos hablar más de estas medicinas. También llamadas medicinas suaves, medicinas energéticas, medicina vibracional, terapias naturales, medicinas paralelas, alternativas, complementarias, holística... En general se enseñan en escuelas especializadas, reconocen la existencia de los cuerpos invisibles y la practican terapeutas especializados con las nociones de energía y vibración.
Al contrario de la medicina científica, que trata enfermedades, las medicinas no agresivas tratan al enfermo. Conocen la importancia del organismo - estado general de salud - y practican una medicina orientada a reforzar las defensas. Su objetivo es limpiar y sanear el organismo del paciente de manera que pueda defenderse de cualquier agente perjudicial.
Las medicinas no agresivas trabajan en dos planos:
A - En los cuerpos invisibles. La enfermedad alcanza los cuerpos invisibles antes de manifestarse en el cuerpo físico. Lo lógico será tratar primero los cuerpos invisibles, la parte oculta del iceberg. Conciencia, intención, inmortal, creadora, divina, eterna.
B - En el cuerpo físico visible, al que dan apoyo, espera de su mejora por medio del tratamiento de los cuerpos invisibles.
Las medicinas agresivas están hechas a medida de cada paciente ya que, incluso si los síntomas son idénticos, la causa de un problema difiere de un paciente a otro. Resuelven los problemas en profundidad. Liberan a los pacientes y les animan a ser responsables y autónomos.
“HOLISTICO” viene de la palabra holo que a su vez procede del griego holos. En ingles se encuentra esta palabra en Whole (entero) y holy (santo, sagrado) Significa entero, total, tomado en su conjunto.
La medicina holística considera al ser humano como un holograma, es decir como un todo en el que cada una de las partes contiene la información del conjunto. Los diferentes cuerpos son interdependientes, por lo que tratar a uno implica la mejoría de los demás. Cuando se restablece la salud del órgano afectado se corrige también el desequilibrio que ha generado en el resto del organismo. El enfoque holístico reagrupa varios métodos terapéuticos con el fin de lograr un bienestar de la existencia, al igual que todas las medicinas alternativas. Cualquier profesional médico o terapeuta puede orientarse hacia una práctica holística.
LAS MEDICINAS COMPLEMENTARIAS
La combinación de la medicina científica con la medicina No agresiva a primera vista parecería un matrimonio muy prometedor, pero casi nunca se da el caso. Dado que las dos formas de ver al ser humano son diametralmente opuestas en su misma esencia, no se puede mezclar el agua con el fuego. Un médico convencional que quiera practicar una medicina no agresiva a la manera científica tratará los síntomas en lugar de reforzar el organismo. Un médico “convertido” a las medicinas no agresivas ya nunca más podrá emplear las medicinas científicas que, para él carecerá de sentido. Solamente una concienciación profunda, acompañada de una transformación individual (iniciación), puede llevar a un profesional de la medicina científica a pasar a la práctica de las medicinas no agresivas. La primera debe morir para que nazca la segunda. Por desgracia, los médicos se dedican a las medicinas no agresivas por motivos económicos. Muchos piensan de que son mejores que otros, están convencidos de que aprenderán rápidamente y que serán mejores que los terapeutas ¡error!-
Profesor Dr. Juan Carlos SCHURIG TERRAF
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