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lunes, 30 de abril de 2012

FRUTOTERÁPIA


frutoterapia
NOMBRE
TEXTO
Introducción
En frutoterápia se explica primeramente lo que es la fruta, concepto muy claro para algunos pero un tanto olvidado para otros. La planta llega a la madurez con su fruto y esto implica un ciclo completo para la planta o el frutal. Después de madurar, la fruta se pudre y de acuerdo a la economía de la naturaleza, la semilla dar lugar a otra planta. El objeto de la fruta es perpetuar la especie a la que pertenece existiendo un momento que es el más adecuado para su consumo: la maduración en la rama. Esto es muy importante en frutoterápia ya que los valores que se indican para cada fruta más adelante, están basados en frutas en condiciones óptimas de maduración. No sirven frutas verdes, o pasadas y err¾neamente denominadas maduras. El proceso de maduración debe llevarse a cabo en la rama para que la fruta adquiera todos sus nutrientes. Una fruta recogida antes de tiempo no tendrá su ciclo de formaci¾n completo y carecer de muchas de sus propiedades.

La fruta otorga a todo nuestro organismo una amplísima cantidad de beneficios, no solo por el hecho de que contenga una enorme cantidad de vitaminas, minerales y otros nutrientes sino también por constituir un gran alimento.

De todos modos no hay que olvidar que la fruta que es buena para uno no lo tiene por qué ser para otro y viceversa. Depender esto de las sensibilidades a los alimentos, posibles trastornos en cada paciente, gustos personales, etc.

En frutoterapia se aconseja lavar las frutas, costumbre que no debiera nunca abandonarse no solo para quitarles el polvo o suciedad sino otras sustancias mucho más perjudiciales para la salud como los residuos de insecticidas, plaguicidas, sulfato de cobre y arsénico. Se pueden luego depositar en un cazo, barreño o en la pila y dejarlas en remojo durante un cuarto de hora en agua con un poco de sal y vinagre, ambos son bactericidas.

Como norma general terapéutica, hay una serie de frutas que nunca deberían faltar de nuestro hogar y que, básicamente, son la manzana por ser muy nutritiva y rica en sustancias terapéuticas; el plátano por ser la fruta del sistema nervioso; el limón por sus efectos bactericidas y antisépticos y la uva por controlar la tensión y limpiar el hígado y los riñones.

Uno de los objetivos más claros de la frutoterapia es el conseguir convertirse en una terapia preventiva y no en un remedio de última hora una vez que se ha producido el problema o que el paciente lo lleva arrastrando durante años. Hay recetas, consejos, tradiciones y hasta refranes que nos hablan de las propiedades de las frutas. Muchos son ciertos y otros están basados en el saber popular pero se aconseja al lector que se informe con detenimiento y saque las conclusiones por sí mismo.

Los componentes de las frutas como vitaminas, provitaminas, minerales, calorías, grasas, carbohidratos, etc., han sido estudiados cuidadosamente con ejemplares en condiciones de maduración adecuadas.

De todos modos, el lector deber considerar que el proceso de comer una fruta como una parte integrante de una comida no es lo mismo que medicarse uno mismo en base a cualquier información recogida de este libro o de cualquier otro. Si se desea seguir una dieta rica en vitamina C, por ejemplo, hay una serie de frutas que sería muy útiles pero es necesario que el interesado sepa con claridad que la frutoterápia puede también tener sus contraindicaciones. En todo caso, es totalmente aconsejable el consultar con el médico si decidimos hacer una cura en base a una fruta cualquiera como pueda ser el plátano por su aporte de magnesio o el limón por su vitamina C.


profesor Dr. Juan Carlos Schurig Terraf 

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