Etiquetas

viernes, 2 de junio de 2017

LA FIEBRE... ES EL ENEMIGO?


 ¡Cuán diferente es la concepción que tenemos los homeópatas en muchas oportunidades con la medicina que se está ejerciendo actualmente! ¡Pero creo que es en la fiebre donde más nos diferenciamos! Pero ¿qué es lo que ocurre? ¿Por qué hoy en día es el peor enemigo? ¿Por qué se usa y abusa de los anti-térmicos? ¿No se tienen en cuenta sus efectos adversos, y que estos se incrementan con el uso combinado de los mismos? Y es ahí donde debemos educar y concientizar cada vez más. Con el uso en forma alternada o asociada de drogas antipiréticas, nunca promovido por la Academia Americana de Pediatría como se creyó erróneamente, se aumenta en forma considerable el riesgo potencial de efectos tóxicos de los fármacos. "Sólo pediatras y médicos sensatos consideran el equilibrio entre los efectos benéficos de la fiebre al potenciar la respuesta inmune y los adversos como el catabolismo proteico, mialgias y el aumento del gasto proteico" leí en un trabajo hace poco. ¡Parece que al fin se está cambiando o reconsiderando el accionar de la fiebre como mecanismo de defensa por la medicina general! La fiebre es nada más y nada menos que un mecanismo de defensa del organismo. Es una alarma en el organismo. Imaginémonos una ciudad, aldea, etc., atacada por enemigos donde no suena la trompeta. Todo continua como si nada estuviera pasando. Pero cuando nos damos cuenta ya estamos invadidos, tomados. En el caso de la fiebre es semejante. Con ella, la alarma, se llama a la defensa, acudiendo leucocitos, macrófagos, interferón, y todo tipo de sustancias defensivas y anti-cancerígenas. Además el aumentar la temperatura también tiene una función inhibitoria de la replicación o multiplicación viral y bacteriana. Todos estos elementos tienen un trabajo de "policía" en el organismo, impidiendo que virus y bacterias sigan avanzando y comprometiendo el organismo. Podríamos decir que la fiebre es una respuesta de los seres vivos (mamíferos, aves, reptiles y ciertos invertebrados) ante una agresión que desequilibre su interior y/o interacción con el medio ambiente. Esto permite localizar y controlar más rápidamente el cuadro. La fiebre es sólo la alarma. Pero ¿qué la desencadena, qué la origina, por qué está sonando? ¿Se debe a un catarro, angina, gastroenteritis, neumonía, etc? Ahí esta la importancia, no en la fiebre en si. En muchos casos se ve que el uso del antitérmico frente a un cuadro banal, como un catarro, termina en una patología más importante como una bronquiolitis. A veces, con sólo un método físico como colocación de paños fríos o realizar un baño con agua tibia, es suficiente cuando la misma se debe a golpes de calor, por ejemplo. Por eso es importante concientizar a los pacientes acerca de la fiebre y de todos los mecanismos que desencadena permitiendo limitar las infecciones, "alarmando" en algunos casos de cuadros, por suerte en la minoría, que pueden afectar gravemente al organismo. En otros es muy difícil educar sobre la misma, sobre todo cuando el niño ha presentado convulsiones febriles. En estos casos, los padres están muy asustados, y apenas unas líneas de fiebre sirve para que se preocupen en demasía... Por suerte los homeópatas tenemos muchos excelente

No hay comentarios: