“TENEBRIO”
Una curiosidad propia de quien busca ayudar a aquellos que sufren.
En la constante búsqueda de curar la enfermedad neoplásica, la medicina holística y natural, desde siempre ha intentado buscar una respuesta válida al cáncer, aunque nunca la ha encontrado de manera definitiva.
Ustedes habrán escuchado desde hace muchos años hablar, de curas milagrosas y técnicas paralelas aparentemente definitivas. La realidad es, como sabemos diferente, aunque podríamos enmarcar estos éxitos, aparentemente milagrosos en lo que hoy en día conocemos como sanación o terapias holísticas.
Tenebrio llega a mí de la mano de un familiar (hijo), de un enfermo terminal de cáncer renal a quien conocí en mi consultorio.
El enfermo se encontraba en fase terminal y en dicha circunstancia acompañaba a su esposa a mi consultorio. Su estado físico y mental mostraba el grave deterioro provocado por la enfermedad neoplásica avanzada.
A partir de esa fecha su esposa (enferma diabética no vidente), pasó a ser mi paciente logrando los avances curativos esperados, a mis expectativas profesionales (curó de su úlcera diabética en miembro inferior, recuperó su fuerza, dejó de sufrir dolores por neuralgias y desapareció su depresión). Sólo las mejoras en su capacidad visual fueron escasas. Su marido no quiso ser mi paciente, por razones que su hijo y esposa argumentaron como: “caso terminal”, al tiempo que el mismo se resistía a todo tratamiento “natural”.
No obstante su hijo tocado por la curiosidad y el amor, supo continuar su labor en solitario y en esta búsqueda obtuvo una “colonia” de Tenebrios; procedentes de un convento de monjas de la ciudad de Posada en la provincia de Misiones - Argentina. Con perseverancia convenció a su padre para que se someta al tratamiento. Para ello diariamente y desde hace meses visita a su padre en su domicilio y personalmente le hace ingerir los Tenebrios, a los que cría, cuida y cuenta personalmente con devoción.
Personalmente puedo decir y afirmar, que el enfermo ha cambiado totalmente su estado general. Su salud es otra, ha recuperado peso, color de piel y faneras, con un comportamiento de una persona normal; y todo esto en pocos meses. En una palabra es “otra persona” de la que yo conocí seis meses atrás. Ha reducido drásticamente las calmantes y demás medicinas a las que estaba sometido.
Tenebrio llega a mi no por “casualidad”, como muchas veces se cree, sino a través de la larga y compleja cadena de “causalidades”, que enmarcan mi búsqueda personal en constantemente movimiento. Eso que se ha dado en llamar “serendipía” o casualidad del descubrimiento científico, en la que se ve sometido
El investigador, no es otra cosa que el hallazgo “causal”, resultante de un esfuerzo sostenido en el tiempo y dedicación al trabajo.
Siendo mi deseo ayudar al enfermo a tener unas mejores expectativas de vida y en muchos casos a potenciar y/o lograr una verdadera curación, incomprensible a los ojos de la medicina ortodoxa y científica.
Consciente de que éste como otros tratamientos holísticos tienen bases de experimentación empírica, no por ello se debe olvidar de que gran parte de esta forma de trabajo ha sido el punto de partida de los descubrimientos científicos. Lo que hoy resulta incomprensible a la experiencia cartesiana, la práctica nos muestra de que cada día aparecen nuevas formas y nuevos casos de curación, consiguiendo no sólo mayor tiempo de vida, además de una mejor calidad de vida, en todos los aspectos.
¿QUÉ ES “TENEBRIO”?
Se trata de un insecto del tamaño de una hormiga mediana, cubierto de un caparazón.
En su fase adulta es de color negro, siendo las crías jóvenes de color marrón claro y sus larvas de color blanco grisáceo.
Hoy conocido como: Palembus Dermestoides, es un insecto, del orden: Coleóptero, familia: Tenebrionidae, Género: Palembus, Especie: Ulomoides Dermestoides
Cada insecto pone aproximadamente cinco huevos que pasa al estado de larva con una duración media de cuarenta y cinco días de encapsulación hasta pasar en su transformación a otro estado que se reconoce como un insecto de color blanco.
COMO CRIARLOS Y CONSERVARLOS.
La cantidad de “insectos” que se posea, deberá ser superior a cincuenta, en el caso de que se desee comenzar de inmediato un tratamiento, a fin de permitir un número suficiente para la reproducción y obtención de nuevas especies que permitan mantener el tratamiento sin interrupciones. Caso contrario se deberá esperar obtener un número suficiente de los mismos antes de dar por comenzado el tratamiento.
Elementos necesarios para la cría de los mismos:
- Un frasco de vidrios boca ancha, perfectamente limpia y bien enjuagada con agua corriente hasta despojar de cualquier vestigio de detergente y secado al sol.
- Harina de salvado gruesa y fina. La fina deberá de colocarse en el fondo del frasco de vidrio hasta cubrir al menos dos centímetros, y, la gruesa por encima hasta cubrir dos a tres centímetros más de espesor. Lo que constituye el fondo del nido de los insectos.
- Una rebanada de pan integral (doble salvado Diet) que pasado los días deberá de ser humedecido a fin de facilitar la alimentación y vida de los insectos.
- Un pulverizador o rociador de agua mineral sin gas, el que deberá de ser nuevo y sin uso anterior, o sea no haber contenido productos químicos.
Con el mismo se beberá rociar la rebanada de pan que permanece en la superficie del nido, de manera que exista una moderada humedad (similar a la del pan fresco), evitando la sequedad excesiva y la humedad en demasía que provocaría la putrefacción de la colonia. El agua deberá de contener una cucharada de azúcar o miel por cada 250 ml. de agua.
- Otros consejos de utilidad: La colonia necesita de un lugar tranquilo, desprovisto de ruidos, olores, gases, perfumes y otras sustancias volátiles o tóxicas. Luz tenue u oscuridad y sobre todo “tranquilidad”.
El frasco deberá de someterse a limpieza estricta cada seis meses, pasando la colonia a otro frasco. Nunca colocar la colonia en recipientes de plástico o telgopor ya que se produciría la muerte de sus miembros.
Aconsejo crear nuevas colonias en diferentes frascos, a fin de preservar la continuidad del tratamiento, en caso de que se produjera la muerte inesperada de sus miembros por diferentes orígenes.
Cambiar la harina de salvado cada seis meses, reponiendo harina nueva, procurando pasar totalmente la colonia con sus miembros adultos, jóvenes y larvas al nuevo frasco. Debido a que las larvas y huevos pueden pasar desapercibidos al ojo, aconsejo no tirar la harina de salvado antigua, sino colocar la misma en un nuevo frasco a la espera de que aparezcan nuevos miembros que pasaron desapercibidos, a fin de incorporarlos a la colonia nueva.
El o los frascos deberán de ser cubiertos con un fino tul o gasa a fin de impedir la entrada de otros insectos o la salida de los Tenebrios que difícilmente pueden ascender por la pared de vidrio.
Nota: si se desea mantener una humedad estable y de esta manera evitar la sequía o una humedad exagerada que enferme a la colonia aconsejo colocar una fina capa de azúcar negra en el fondo del recipiente.
¿COMO APLICAR EL TRATAMIENTO?
La manera de como se procede a realizar el tratamiento es transmitida de forma oral y empírica. Siendo el mismo objeto de estudio por mi parte, como así también otras formas de administración que permitan una mayor comodidad, al tiempo que eviten el rechazo de la forma original del tratamiento. Todo ello sin que se alteren los resultados deseados. Por otra parte dado de que existe poco material escrito al respecto, quiero destacar que la indicación terapéutica original, es muy posible se extienda o otros tipos de patología, además del cáncer.
La prescripción dice: “El o los insectos deberán de ser ingeridos por vía oral, estando los mismos vivos”. La o las especies a utilizar deberán ser los adultos (los más grandes y de color oscuro).
El tratamiento se inicia con la ingesta de un insecto el primer día y se incrementa en número de uno por día hasta completar el número de setenta insectos de una solo vez el día setenta del tratamiento. Una vez arribado a éste número se procede a decrecer la cantidad hasta llegar nuevamente a uno y así sucesivamente subiendo y bajando. Sin que hasta el momento, se halla determinado un final que no sea el de los resultados obtenidos con el enfermo.
Ejemplo: se comienza el tratamiento un día 10 de enero. Ese día se consume un Tenebrio, el 11 se consume dos y así sucesivamente hasta llegar a 70 Tenebrios en una sola toma el día 70 del tratamiento. A partir de esa fecha se comienza la cuenta atrás en número de Tenebrios hasta completar otros 70 días, donde se finalizará con la ingesta de un solo Tenebrios. Y nuevamente se comienza otra cuenta de uno a setenta en ascenso del número de Tenebrios. 4.968 Tenebrios en un ciclo.
La forma de ayudar la ingesta es utilizando productos que sean del agrado del paciente, al tiempo que faciliten la deglución de los mismos. Ejemplo: agua, yogur, etc. La cantidad de setenta insectos no exceden el volumen contenido en una cucharada sopera, por lo que no se debe desarrollar preocupación en ese sentido, esperando, que si el paciente ha podido llegar de manera paulatina a consumir ese número de insectos, estará ya perfectamente preparado para recibir sin rechazo su tratamiento completo.
En mi experiencia profesional puedo destacar que se obtienen mejores resultados a corto plazo (reducción del dolor, mejora del estado general, etc.) cuando la toma se hace de la siguiente manera: El insecto colocado directamente sobre la mucosa de la lengua y se espera un instante a que el mismo provoque una secreción que el paciente refiere como una sensación a gusto metálico o ácido en algunos casos y recién se debe tomar un vaso de agua u otra sustancia.
Otra manera sencilla sería la de colocar los insectos a consumir en cápsulas de gelatina de tamaño doble cero (00) que a continuación se ingieren, acompañadas de un vaso con agua, como si se tratase de un medicamento ordinario.
Parece ser necesario que el insecto finalice su ciclo vital dentro del estómago del paciente donde antes habrá depositado una “toxina” terapéutica, al igual que la apitoxina de la abeja doméstica que permite curar y tratar las enfermedades reumáticas.
Ante todo deberá de ser el enfermo quien deberá decidir qué terapia o terapias seguir. Para ello se necesita consejeros que aporten una visión real y positiva y como ustedes habrán podido leer antes: mucho amor y paciencia, como es el caso de este hijo hacia su padre al que diariamente suministra los Tenebrios concurriendo personalmente al domicilio de su padre.
Mecanismo de acción : El insecto libera una cadena de proteínas ( aminoácidos) que contienen sustancias aún no identificadas cuya acción incentiva la producción de linfocitos T que poseen actividad antiviral e inmunoestimulante. Se puede constatar en todos los casos una acción anestésica, cuya mecánica resulta de momento desconocida por carecerse de estudios.
Recomiendo la lectura de: TRATAMIENTO HOLISTICO DEL CÁNCER, escrito por el autor a fin de obtener una visión más amplia en el tema, ya que las expectativas se verán complementadas por otras terapias.
Ultimas palabras: Un médico “consciente” siempre tiene presente de que: “el cuerpo siempre está moribundo” y aún sabiendo esto y de que también nadie se queda con el dedo clavado en la espina y por instinto retira su mano del dolor. Es que uno no debe jamás descuidar que por sobre de todo debe procurar sanar almas.
Profesor Dr. Juan Carlos SCHURIG TERRAF
Calle Buenos Aires nº. 50, 1º.
Teléfono 4229832 de : San Miguel de Tucumán .
República Argentina
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