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miércoles, 2 de mayo de 2012

AMALGAMA DE MERCURIO EN LA BOCA HUMANA

Tratamiento de las amalgamas de mercurio

Desde luego que NUNCA se recomendaría a una persona que tenga amalgamas dentales de mercurio que se precipite a retirarlas súbitamente, esto puede hacer empeorar muchísimo los síntomas del paciente y los niveles de intoxicación.
Debemos actuar con cautela y de manera individualizada, porque el protocolo será diferente según la edad, la energía vital del paciente, el grado de intoxicación, las defensas, etc. Necesitamos prescribir productos naturales que contengan en su composición espirulina, clorela, alga Kelp, vitamina C natural entre otros que tiene por misión atrapar el mercurio circulante y favorecer su eliminación.
Es conveniente hacer un testaje con el Vegatest previamente a cada extracción para recomendar que pieza que es más recomendable remover y solamente extraer una amalgama de cada vez, dejando el tiempo suficiente para la desintoxicación del organismo y evitar así los posibles empeoramientos de los síntomas.

Síntomas relacionados con las amalgamas de mercurio

El mercurio es extremadamente tóxico para el sistema inmunológico y las funciones de todo nuestro organismo. El mercurio de la dentadura se disemina por los riñones, hígado, sistema nervioso central, etc. Y puede ser la causa de numerosas enfermedades y síntomas tan variados como alergias, urticarias, gastritis, colitis, dolores articulares, contracturas, migrañas, candidiasis, fatiga, astenia, agotamiento, depresión, entre otros.
Una alergia, es una saturación del sistema de defensa, que se ve reflejado en la piel, mucosas etc. Se debe trabajar con los alérgenos responsables, pero el éxito no será completo sino limpiamos el mesénquima y no eliminamos los campos interferentes. Las amalgamas de mercurio son una de las más grandes interferencias y si estas no son tratadas los resultados en el tratamiento de la alergia o de cualquier otra patología no van a ser tan satisfactorios.
La intoxicación crónica de amalgama puede ser también una causa frecuente de infertilidad.
Los síntomas no aparecen inmediatamente ni en los días sucesivos a la colocación de la amalgama, pero lo que si va ocurriendo es que el estrés químico es tan fuerte y tan duradero que el organismo va a ver afectado su sistema de defensa.
De esta manera, por ejemplo, los jugos gástricos pueden reaccionar en cloruro de mercurio, lo que causará una destrucción de las bacterias intestinales, dando como consecuencia una invasión de hongos, cándidas y otras micosis.

Diagnóstico de amalgamas sospechosas

El Diagnóstico de amalgamas sospechosas
Es difícil diagnosticar el envenenamiento crónico por mercurio. La cantidad de mercurio presente en la sangre y la orina no es suficiente para poder diagnosticarla. Nos podemos aproximar con el historial médico, con una con exploración completa e inspección de la cavidad bucal con que si podemos detectar piezas dentales sospechosas.
Posteriormente, a través de la Kinesiología relacionaremos los síntomas con las piezas con amalgamas marcando las que resultan positivas y con Electroacupuntura de Voll comprobaremos si la amalgama es un campo interferente.
Ya con el Vegatest mediremos la corriente galvánica que genera cada uno de las amalgamas. Para completar el estudio pediremos una Ortopantografía. Y como pruebas de laboratorio específicas, el estudio de metales pesados en cabello o en sangre.

Composición de los empastes

Los empastes de “amalgama”, se refiere a la aleación de mercurio con uno o más metales. El mercurio es líquido a temperatura ambiente, lo cual hace que sea fácil de moldear y de alear. La amalgama para realizar empastes contiene un 50% de mercurio, 35% de plata, un 13% de estaño, un 2% de cobre, una cantidad reducida de zinc, aunque las proporciones pueden variar según los fabricantes.
Es importante recordar que varios metales en una solución forman un elemento galvánico. De esta manera, los diferentes metales de las amalgamas junto con la saliva producen corrientes galvanizadas en la boca como si de una pila se tratase. Estas corrientes pueden ser medidas con aparatos como el Vegatest. Es de destacar que las células sanas (sea cual sea sus especializaciones y su tejido) tienen una actividad eléctrica muy parecida; basta con comparar las curvas normales de ECG, EEG, EMG, cosa que no ocurre en una boca con amalgamas de metal. El cepillado, la erosión y la abrasión producida por la masticación y los alimentos provocan la liberación constante de mercurio. Esta liberación varía según los pacientes debido a factores como la acidez de la saliva, la bebidas que se consumen, la cantidad de empastes contenidas en la boca y el lugar donde están colocadas, el masticar chicle que puede multiplicar por quince la concentración de vapor de mercurio, etc.

Historia sobre los empastes


El efecto de un diente enfermo sobre todo el organismo se conoce desde la antigüedad, como queda reflejado en papiros egipcios. Así, en Nínive, desenterraron una piedra grabada en caracteres cuneiformes del año 650 antes de Cristo. Sobre ella se podía leer:” Los dolores de cabeza del rey, en sus brazos y en sus pies vienen de los dientes, no hay más remedio que sacárselos”. En el manuscrito de Edwin Smith, descubierto en tierra de faraones se habla también de los empastes.

Los empastes de mercurio

No siempre que existen empastes de mercurio en la boca, la salud de una persona va a verse comprometida. Va a depender de cada persona, de su facilidad para depurar toxinas, de si la persona tiene empastes de un solo metal, etc.
Pero cuando una persona que sufre una variada sintomatología y que ha sido sometida a diversos exámenes y pruebas y el resultado de todo ello es un informe dice que “no se ha podido encontrar ninguna lesión orgánica que justifique los síntomas que padece y que posiblemente todo sea psicosomático por lo que se le recomienda la visita al psiquiatra”, se desespera porque no se siente comprendida y además no encuentra explicación a lo que le ocurre. La presencia de empastes de mercurio en la boca no suele producir molestias al paciente y por otra parte, en ningún momento relaciona que la multitud de síntomas que le atormentan tengan nada que ver con ellos. La sintomatología no solo es continua sino que incluso empeora porque el desprendimiento pequeño pero continuo de partículas puede provocar una intoxicación lenta y silenciosa que va empeorando día a día. Y todo ello va a depender de cada persona, de sus defensas y de su metabolismo. Se confirma así la regla de Habermann que dice que con dosis pequeñas pero prolongadas se sufre la misma gravedad de intoxicación que con intoxicaciones agudas o en corto plazo.
Si su odontólogo no comparte esta propuésta consultenos para mayor explicaciones o aconsejarles un odontologo que si la comparte y sabe que hacer en estos casos .

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