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miércoles, 21 de diciembre de 2011

LA CARNE COMO ALIMENTO

                                     VALOR DE LA CARNE:

- Como Alimento Energético:
 La carne Magra solo contiene el 1 % de alimento energético; lo demás es albúmina agua y elementos tóxicos. Solamente la grasa puede servir como alimento energético, pues al saponificarse, produce glucógeno, que es la última sustancia energética que se obtiene de su metabolismo. Como los animales carnívoros no gustan de las grasas por no digerirla bien, cuando cazan en libertad sus presas nunca son adiposas. Las grasas se digieren mediante la bilis y el jugo pancreático, de los que el hombre no tiene más de un 10 % o 15 % del que poseen los animales carnívoros. Además, la grasa es un alimento concentrado y, como tal, de difícil digestión. Por otra parte, lejos de ser materia sana, contiene sustancias nocivas para el organismo humano.
El valor de la carne como alimento energético o de combustión: No es significativo, pues cuando son magras su índice nutritivo es muy bajo, y si son grasas, su digestión es dificultosa y caen pesadas. Para los carnívoros si lo tienen, ya que éstos transforman la albúmina en alimento energético, cualidad de la que carece el hombre.
- Como Alimento Catalítico:
Estos son las sustancias minerales, vitalizadas y metabolizadas por el reino vegetal: sales, álcalis y vitaminas, de singular importancia para el organismo humano.
Las carnes poseen una cantidad irrelevante de elementos catalíticos, e incluso éstos son concentrados por el organismo animal y adaptados a sus propias necesidades, diferentes de las del hombre que, debido a esto, no puede asimilarlos.
Las personas - como los pueblos - consumidores de carnes, son siempre los más desmineralizados y están sujetos a sufrir de avitaminosis.
También los animales carnívoros  sufren en ciertos casos de avitaminosis, recurriendo a las hierbas para  contrarrestar tal carencia, ya que la carne tiene escaso contenido de sustancias catalíticas, lo que las convierte en pobre alimento para el hombre.
- Valor de las carnes como alimento Celulósico:
 El organismo necesita alimentos celulósicos o mecánicos en sus comidas, especialmente cuando se ingieren muchos farináceos, a fin de facilitar la evacuación intestinal.
Las carnes no contienen absolutamente nada de celulosa, ya que ésta no forma parte del organismo animal, razón por la cual son cosntipantes.
- Valor de la carne como alimento hídrico:
 Estando el organismo humano compuesto por dos tercera parte de agua, lo que hace que su alimentación contenga el elemento hídrico necesario
Las carnes contienen una importante cantidad de agua, pero ya usada, impura, mezclada con sustancias tóxicas de las funciones digestivas y desasimilativas del animal. Nunca podrá ser el agua pura y sana que el hombre necesita para su adecuada nutrición. El agua necesaria debe tomarse de los vegetales o directamente de las fuentes naturales, pero jamás de la sangre o de los tejidos de una víctima animal.

Análisis de los residuos que la carne deja en nuestra sangre:

Comencemos por conocer que un gramo de carne contiene 5 millones de bacteria resultantes del inmediato proceso de autolisis o sea de destrucción que comienza con la muerte. Si el agua que Ud. bebe contuviera la milésima parte de esa cantidad sería rechazada por impotable. Por el contrario la carne se suele comer cruda como es el caso del: quipe, semicruda (jamón, embutidos, tocino, etc.). Los caldos de carnes considerados tan nutritivos, están formados por un conjunto de residuos muy tóxicos, de escaso valor alimenticio, por ser desecho del trabajo muscular al que se agregan los conservantes químicos.
Las bacterias de la carne  son idénticas a las de la basura. Todas las carnes se contaminan con los mismos gérmenes de la putrefacción en el proceso de la matanza y su número crece con el paso de las horas. Por otra parte el cocinado no destruye completamente todos los gérmenes de la carne. Con ello se propende a la putrefacción intestinal que incrementa los “venenos” productores de muchas enfermedades metabólicas, incluyendo litiasis renal y vesicular, nefritis, artritis, etc.
La cantidad de albúmina contenida en la carne  provoca dispepsia en el estómago, al tiempo que incrementa la hiperclorhidria que ataca las mucosas dando origen a gastritis y úlceras.
El consumo de carne ha demostrado incrementar la Adrenalina en sangre, con ello se incrementa el estado de alerta que desgasta al organismo.

OTRAS CONSIDERACIONES CON RESPECTO AL CONSUMO DE CARNE:

- Aspectos éticos  - morales:

El ser humano al fabricar el cuchillo o el arma se transformó en el más terrible de los animales, puesto que sus víctimas se acercan a él confiadas en sus pacíficas inclinaciones. Muchas personas que conservan sentimientos nobles hacia los demás seres vivos carecen de la insensibilidad necesaria para realizar la matanza y delegan esta labor a un semejante. Mirado con estricta justicia éste acto es inmoral, ya que este hábito degrada  los sentimientos y estanca la evolución del espíritu, ya que el matarife  e la primera víctima del carnivorísmo al embotar su conciencia y el que delega con el objeto del disfrute de sus sentidos saciándose  con la carne de la víctima.
El animal herido por el cuchillo, la maza u otra forma de sacrificio ofende nuestros oídos con sus gritos desgarradores, el espectáculo de su cuerpo sangrante y sus entrañas al descubierto  ofende nuestra vista; su cuerpo después de muerto tras intenso sufrimiento ofende nuestro olfato y si tratáramos de comer su carne cruda ofendería nuestro gusto. Así y todas muchas personas se atreven a tratar  como alimento propio de su especie aquello que ofende nuestros sentidos.
El hombre, sea por perversión de sus instinto, sea por imperio de las circunstancias en determinada etapa de su evolución comió carne, no sin antes modificar sus propiedades  organolépticas por medio del fuego, los condimentos y la sal. Con ello solo buscaba que la carne no sepa a carne para poderla comer. ¡Cuán  distinto el caso de las frutas que agradan a nuestros sentidos y satisfacen nuestro gusto sin modificación de ninguna especie!
Estudios poco conocidos muestran que entre aquellos pueblos  cuya alimentación se centra en la carne existe un elevado índice de actos de violencia y criminalidad. Lo mismo pudo verse entre trabajadores de mataderos. Pareciera ser que por una parte el crimen condiciona para el crimen. Pero los que si se ha constatado el incremento de adrenalina en sangre al consumir carne. Dado que la sociedad actúa colectiva e individualmente, sabemos de que todo tóxico como la nicotina, el alcohol y demás drogas excitan y embotan los sentidos propendiendo no solo a enfermedades sino también a conductas enfermas. Cuando el sistema nervioso funciona bien, la persona es calma y soporta los estímulos externos. La Carne actúa como excitante del sistema nervioso al tiempo que lo intoxica.
La ética biológica busca el mayor bienestar físico y espiritual de la humanidad. El consumo humano de carne contraría este principio. Matar o mandar a matar, alimentarse de cadáver no solo resulta nocivo para la salud física sino que al privilegiar la muerte de los animales el hombre se bestia liza e impide su evolución espiritual.
El carnivorísmo contraría los principios de la Macrobiótica (vida Longeva). Cabe aclarar que los vertebrados (INCLUIDO EL HOMBRE) viven de cinco a siete veces el tiempo empleado a llegar a adultos. En el caso del hombre debiera de vivir 150 años y lamentablemente no solo no se cumple, sino que lo hace lleno de males y dolores.
La Calobiótica  (vida Positiva)  y la Eubiosis (estudio del bien vivir) demuestran claramente de que el consumo de humano de carne está lejos de conservar su salud. 

- Aspecto: “BIO - ENERGÉTICO”:

Ingerir un trozo de carne es dar al organismo un producto en el cual predominan las fuerzas  destructivas de la naturaleza, ya que como resto cadavérico ha iniciado  el camino de la desintegración por putrefacción. Por el contrario el consumo de una fruta, una semilla, es regalar al organismo  elementos donde se acumulan fuerzas constructivas, ya que conservan un fuerte “campo” electromagnético en su derredor, al igual que todos los seres vivos.

- Aspectos Médico  y Sanitarios:

Desde la década de los sesenta los científicos comenzaron a dar la voz de alarma de que la dieta cárnica estaba relacionada con enfermedades como arteriosclerosis,
Enfermedades coronarias y otras. Al tiempo que advertían de que dietas vegetarianas podían prevenir dichas enfermedades.
Referente al cáncer hoy se sabe de la existencia que sugiere un vínculo entre comer carne y algunos cáncer como el de colon, recto, mamas, útero. Al tiempo que se sabe de la baja incidencia de cánceres entre comunidades que comen muy poca o nada de carne, como los adventistas del séptimo día, los Japoneses, los Hindúes, etc.
La causa: sencillamente porque el aparato digestivo del hombre  no es adecuado para digerir carne.
Por otra parte la industria carnica agrega productos químicos a la carne  desde el principio con fin de frenar su putrefacción. Este proceso que implica una decoloración de la carne a gris, y se evita con el agregado de nitritos, nitratos y otros preservativos para otorgarle un color rojo brillante. Estos productos son altamente cancerígenos.
A ello se debe sumar la gran cantidad de medicamentos que se utilizan para alimentar y mantener el ganado: antibióticos, hormonas de crecimiento y engorde, tranquilizantes, etc., que los animales reciben desde antes del nacimiento.
La forma en que son criados: Espacios reducidos, luz permanente que les impide el descanso a fin de engorde, y otras prácticas crueles, le agregan un componente de estrés a la carne.
Debido a que los componentes de la carne irritan la mucosa digestiva el consumidor tiene sed. La experiencia demuestra que si bebe agua pura, es probable que se produzcan disturbios digestivos. Este problema se acentúa si se ingiere tocino o lechón. Ante tales inconvenientes los comedores de carne buscan un líquido distinto al agua (por ser incompatible con las grasas), para calmar la sed que provoca la ingestión de aquellas. Así es como el carnivorísmo genera el consumo de bebidas alcohólicas, café, mate.
Entre nuestros gauchos  argentinos y uruguayos está muy extendido el consumo de yerba mate en grandes cantidades y a toda hora. Por el contrario en Brasil y zonas de Paraguay donde la alimentación de las zonas rurales es más rica en frutas y vegetales  se consume mucho menos mate.

- Aspectos Económicos:

Una hectárea de terreno dedicado a la cacería mantiene a un solo hombre, por el contrario un solo hombre dedicado a la agricultura mantiene a diez hombre utilizando el mismo espacio. Y, si se cultivan frutas en ese espacio mantiene a 100 hombres. 

Degradación del Medio Ambiente:
 Todos los desagües y sistemas de drenaje de los mataderos  y granjas de crías de animales constituyen una fuente de contaminación de ríos y cursos de agua. Al tiempo que consume millones de litros de agua que hoy representan un recurso cada vez más escaso.
El costo del proceso de producción:
El de carne es más costoso que el de vegetales: una hectárea de cereales produce  una cantidad de proteínas cinco veces mayor 8 y de mejor calidad)  que una hectárea utilizada para pastoreo de cría de animales. Una hectárea  de habas o arvejas produce diez veces más proteínas y una hectárea de espinaca  veinte y ocho veces más. Ya los antiguos griegos  eran conscientes de este fenómeno y en La República,  de Plantón, el gran filósofo Secretas aconseja una dieta vegetariana, porque permite hacer el uso más inteligente de los recursos agrícolas. Allí predice, además, que si el hombre se alimenta de animales, pronto harán falta más tierras de pasto. “Y la tierra que bastaba para la gente, ¿no será entonces insuficiente? Pregunta Plantón a Glauco, quien responde que, ciertamente será eso lo que ocurra. “Y nos veremos obligados a hacer la guerra, ¿no es cierto?, y Glauco contesta: “Sí... eso es lo que ocurrirá”.
Ahorro Económico personal y de la familia:
Si echamos una ojeada a nuestros bolsillos, cosa que no es un hecho muy difundido, los cereales, las legumbres y las frutas, son una óptica fuente de proteínas, vitaminas, minerales y salud que en costo compiten con las carnes permitiéndole a Ud. ahorrar dinero.
Aspectos relativos a la degradación del suelo:
El monocultivo de tierras de pastoreo constituyen un capitulo amplio que nos muestra a las clara la degradación de los suelos consecutivo al monocultivo intensivo, con perdida de calidad y endurecimiento de la tierra por el “pisoteo” del  ganado que impide el drenaje necesario de las aguas. Una  consecuencia de esto se  vivieron en situaciones como las inundaciones reciente en la provincia de Santa Fe - Argentina -
Siendo el agua un recurso escaso y no renovable  se puede deducir de estas cifras la importancia en el gasto : para cultivar un kilo de trigo solo se necesita de 60 litros de agua, mientras de que para la producción  de un kilo de carne  se necesitan entre 2.500 y 6.000 litros . Un gran matadero de aves consume alrededor de 400 millones de litros al día. Cantidad suficiente para abastecer a una ciudad de 25. 000 habitantes.
Como medio de contagio y producción de enfermedades infecciosas:
Resultante de las propias que sufren los animales y que puede transmitir al ser humano. Por otra parte los ácidos generados por la ingesta de carnes, atraen toda clase de enfermedades que encuentran un campo propicio en un aparato digestivo que se nutre inadecuadamente.
En la actualidad el 90 % de la producción de cereales se emplea para cebar el ganado que termina en las mesas de los argentinos y de muchos extranjeros. Esa utilización de los cereales resulta muy cara, ya que de cada 16 kilo de cereales no se obtiene más  un kilo de carne bovina. En unidades calóricas por hectáreas, una dieta a base de cereales, verduras y legumbres puede alimentar a una cantidad de personas veinte veces mayor que una dieta a base de carne. En la actualidad casi la totalidad de las tierras cultivables de nuestro país se emplean para alimentar animales. Si la superficie cultivable de la tierra toda se utilizare para la producción de alimentos vegetarianos, nuestro planeta podría abastecer a una población superior a la de veinte mil millones de habitantes. Esto da por tierra con muchos argumentos del hambre mundial, del aborto como pretexto de superpoblación. Llegando a conclusiones propias para el lector. “La cría y el consumo de carne solo pueden ser justificadas por ricos  para empobrecimiento de todo y de  todos”.

Aspectos Históricos y religiosos:

Pitágoras decía: “Amigos míos, absteneos de corromper vuestro cuerpo con alimentos impuros; tenéis campos de trigo, manzanas tan abundantes, uvas que llenan las viñas, hierbas sabrosas y verduras de cocer; tenéis la leche y la miel del aromático romero; la Tierra ofrece gran cantidad de riquezas, alimentos puros que no causan muerte ni derramamiento de sangre. Solo los animales satisfacen su hambre con la carne, y ni siquiera todos”.
Plutarco: “Yo me pregunto porqué razones el hombre ha podido llevarse a la boca la sangre coagulada de una criatura muerta, y como ha podido tocar la carne con sus labios; cómo habrá podido poner sobre su mesa cadáveres de animales y llamar comida y alimento a aquellos seres que poco antes mugían o balaban y se movían, vivos. Cómo habrá podido soportar la visión de la masacre, la garganta cortada, la piel arrancada, los miembros despedazados; soportar el horrible olor...”
Plutarco lanza finalmente el siguiente desafía a los carnívoros: “Si os empeñáis en que la naturaleza os ha destinado ese tipo de alimento, está bien, pero entonces, matad vosotros mismos, solo los animales que queráis comer, hacedlo con vuestras propias fuerzas, sin cuchillo porras ni hachas”, que desgarre la carne con sus propios dientes la carne de un cordero vivo, que meta la cabeza en sus entrañas y que calme su sed con la sangre. Si así lo hace, y solo entonces, será coherente con su teoría”
Leonardo da Vinci: “Quien no respeta la vida no la merece”. Al tiempo que consideraba el cuerpo de los carnívoros  “Tumbas y cementerios” de los animales que comían
Jacque Rousseau - filósofo francés -: Abogaba por el orden natural de las cosas; habiendo observado que generalmente los animales carnívoros son más crueles y violentos que los herbívoros, llegó a la conclusión de que una dieta vegetariana, haría a los hombres más compasivos.
Rousseau aconsejaba incluso que no se permitiera a los carniceros y matarifes  actuar como testigos en los tribunales o formar parte de un jurado.
León Tolstoi - escritor ruso - Condenaba la matanza hasta de las hormigas en su ensayo The First Step, escribió: “comer carne es simplemente inmoral, pues supone una acción contraria al sentimiento moral: el acto de matar”. Y otras consideraciones al respecto.
Richard Wagner  - compositor - Todas las formas de vidas son sagradas y añadía: “el vegetarianismo es la alimentación natural que puede salvar al hombre de la agresividad  y ayudarle a regresar al Paraíso perdido”
Henry Davis Thoreau - escritor - “Es una vergüenza para el hombre que se le considere un animal carnívoro, vivir de devorar a otros animales, es una forma de vivir miserablemente...”
Mohandas Gandhi: quien nunca comió carne, pescados ni huevos dijo: “es necesario corregir  la falsa creencia de que la dieta vegetariana  nos hace de voluntad débil, pasivos o apáticos. La carne no es necesaria bajo ningún concepto. Gandhi escribió cinco libros sobre vegetarianismo. S e alimentaba diariamente de trigo germinado, pasas de almendras, verduras de hoja, limones y miel. Fundó la granja Tolstoi, una comunidad basada en principios vegetarianos. En el libro Moral Basis Of. Vegetarianism, escribió: “Estoy convencido de que la carne no es un alimento adecuado para nuestra especie; es un error  que nosotros, si somos seres superiores, imitemos a los animales inferiores”.
Gandhi, consciente de que los motivos éticos para ser vegetariano son más fuertes que los estrictamente higiénicos, escribió: “Estoy convencido de que en el progreso espiritual se llega a un momento en el que se tiene que dejar de matar a otras criaturas por la simple satisfacción de un impulso del cuerpo”.
El autor George Bernard Shaw  trató de hacerse vegetariano a los veinticinco años.
Como explica en su biografía: “fue Shelley quien me abrió los ojos  y me hizo ver lo enormemente cruel que era mi dieta”. Los médicos le advirtieron que aquella dieta le causaría la muerte. Cuando, ya anciano, alguien le preguntó porqué no había vuelto a aquellos médicos  para que vieran lo bien que le había sentado, contestó: “Me hubiera gustado hacerlo,  lo malo es que murieron hace años”. En otra ocasión le preguntaron como se las arreglaba para tener un aspecto tan joven a su edad. “No es exacto contestó Shaw -. Yo aparento la edad que tengo. ¡Son los demás los que  parecen más viejos! “¿Qué otra cosa podríais esperar de  gente que se alimenta de cadáveres?” Acerca de la relación entre comer carne y la agresividad del hombre, Shaw escribió: “El domingo oramos que la luz ilumine nuestro camino. Estamos cansados de guerras, no queremos más combates, pero, sin embargo, nos atiborramos de cuerpos muertos.”
Isaac Bashevis - Nobel de Literatura - “Lamento no haberme hecho vegetariano antes, pero más vale tarde que nunca. Somos criaturas de Dios y no tiene sentido que le pidamos a él justicia y misericordia, si después continuamos  comiendo carne de animales porque han sido matados porque nosotros así lo quisimos. Incluso si se demostrara científicamente de que la carne es un alimento bueno, yo no la comería”
Egipto: Los sacerdotes seguían una dieta vegetariana para poder mantener el voto de castidad. Rechazaban también los huevos que consideraban “carne liquida”.
Antiguo Testamento: La base del Judaísmo, hace algunas referencias al consumo de carne, aclara también que la situación ideal es el vegetarianismo. En el Génesis (1.29), Dios dice: “He aquí que te he dado toda hierba con su semilla, y todos los árboles que pueblan la tierra, con su fruto, que contiene la semilla de todo árbol, para que te sirvan de alimento”. Al comienzo de la creación, según la Biblia, parece que ni siquiera los animales se alimentaban de carne. En el Génesis (1.30), Dios dice: “Y a todos los animales de la tierra, a todos los pájaros del cielo, a todos los seres que se arrastran por el suelo, allí donde exista una forma de vida, a todos ellos. Yo le he dado toda clase de hierba para alimentarse; y así sea”.
También en el Génesis (9. 4) Dios prohíbe directamente la carne: “Pero carne con su vida, que es su sangre, no comerás. Y sabe cierto que reclamaré la sangre de tu vida, y la reclamaré por mano de todo animal”.
En los últimos libros de la Biblia, también los profetas condenan el consumo de carne. Isaías (1. 5) afirma: Dios el Señor: Me habéis sacrificado gran número de ovejas y de bueyes, pero a Mi no me complace la sangre de las vacas, de los corderos y de las cabras; cuando alzáis las manos, Yo aparto los ojos de vosotros, y cuando oráis no os escucho, porque vuestras manos están manchadas de sangre.”. Según Isaías (66. 0), matar vacas es un pecado particularmente grave: “Aquel que mata a un buey, peca como el que mata a un hombre”.
La Biblia presenta también la historia de Daniel, quien, prisionero en Babilonia, se negó a comer la carne que le ofrecían los carniceros, y prefirió alimentarse de sencillas comidas vegetarianas.
Muchos cristianos se dejan confundir por algunos pasajes del Nuevo Testamento en que se dice que Jesucristo comió carne. Pero estudios detallados de los antiguos manuscritos griegos han revelado que las palabras traducidas como “carne” son trophe y brome, que solamente significan “alimento” o “el acto de comer” en sentido amplio.
Por ejemplo, en el Evangelio de San Lucas (8. 55), se lee que Jesús resucitó a una mujer y “ordenó” que le diesen “carne”. La palabra griega original traducida como “carne”, es phago, que significa solamente “comida”. Por lo tanto lo que Jesús dijo realmente es: “Dadle de comer”. La palabra “carne” en griego es kreas, y nunca se utilizó en relación con Jesucristo. En el nuevo testamento no se dice en ningún momento que Jesús hubiera comido carne. Esto, por lo demás, coincide con la famosa profecía de Isaías acerca del advenimiento de Jesús: “Una virgen concebirá y dará luz un hijo, y su nombre será Emmanuel. Comerá mantequilla y miel, porque sabrá rechazar el mal y elegir el bien”.
Clemente de Alejandría, uno de los padres de la Iglesia, recomendaba una dieta sin carne, citando el ejemplo del Apóstol Mateo que “se alimentaba de semillas, frutos secos y vegetales, sin carne. San Jerónimo, otro de los padres de la antigua iglesia cristiana, que describió la versión latina  autorizada de la Biblia que todavía hoy se usa, escribió: “Cocinar vegetales, frutas y legumbres es fácil y económico”. San Jerónimo sugería esa dieta a quien quería consagrar su vida a la búsqueda de la sabiduría. San Juan Crisóstomo consideraba el comer carne cruel y antinatural por parte de los cristianos: “ Nos comportamos como lobos, como leopardos ...peor incluso que ellos; porque la naturaleza ha dispuesto que ellos se alimenten de ese modo, pero nosotros, que hemos recibido de Dios la palabra y el sentido de la justicia, nos hemos vuelto peores que las fieras salvajes”. San Benito, fundador de la orden Benedictina en el año 529 d. de C., estableció para sus monjes una dieta vegetal.
También a los trapenses les fue prohibido, desde su fundación en el siglo XVII, el comer carne y huevos.
Si bien el Concilio Vaticano II relajó esas normas, en la actualidad todavía son muchos los monjes trapenses que siguen la regla original. Es, sin embargo bastante sorprendente que en muchos monasterios trapenses se crían animales para enviarlos al matadero como medio de financiación.
También la Iglesia Adventista recomienda a sus seguidores que sean vegetarianos. Pocos lo saben pero la enorme industria  americana de “productos para el desayuno”, nació en un balneario dirigido por el Dr. John H. Kellogg, que investigaba constantemente nuevos desayunos a base de productos  vegetales  para los ricos pacientes del balneario. Así preparó los primeros copos de maíz, que, más tarde distribuyó por todo el país. Con el paso de los años, el Dr. Kellogg fue poco a poco separando sus negocios de la iglesia adventista, y de ese modo fundó la industria que todavía hoy lleva su nombre.
El país con mayor cantidad de vegetarianos en la actualidad es la India, patria del budismo y el hinduismo. El budismo nació como reacción al exterminio de animales que se estaba llevando a cabo con el  perverso pretexto de realizar rituales religiosos. Buda puso fin a esas prácticas y propuso su doctrina de ahimsá, es decir, de la no violencia.
Las Escrituras Védicas de la India, que se remontan a épocas anteriores al budismo, subrayan la importancia de la no violencia como fundamento ético del vegetarianismo. El Manu - samhita, antiguo código de leyes hindú, establece:
“Para obtener  la carne, es siempre necesario herir a un ser vivo, lo cual es un grave impedimento para alcanzar la bienaventuranza celestial; por lo tanto, hay que abstenerse de comer carne”. En otro pasaje, el Manu - samnitha dice: “Habida cuenta del desagradable origen de la carne y de la crueldad de aprisionar y matar  seres vivos, es necesario abstenerse de comer carne”.
El Gran Maestro Espiritual Srila Prabhupada, fundador del movimiento Hare Krishna explicaba: “En la Manu - samhita se establece el principio de que una vida vale una vida, principio que se sigue prácticamente en todo el mundo.
Existen leyes similares que sostienen que incluso quien mata a una simple hormiga es culpable de ello. Puesto que no podemos crear, no tenemos derecho a quitar la vida a ningún ser vivo, y, por lo tanto, las leyes humanas que hacen diferencias entre matar a un hombre y matar a un animal son imperfectas... Según las leyes de Dios, matar a un animal es tan grave  como matar a un hombre.
Quien hace la diferencia entre ambas acciones está inventando sus propias leyes. Incluso en los Diez Mandamientos se prescribe: “No matarás”. Esa ley es perfecta, pero la gente la interpreta en forma equivocada, pensando: “No mataré a ningún hombre, pero puedo matar a los animales”. Quienes así razonan se engaña a sí mismo y crean dolor para ellos y para los demás”.
Llamando la atención sobre el concepto védico de la “unidad de todo lo creado”, Srila Prabhupada concluye: “Todos somos criaturas de Dios, sea cual sea el cuerpo en que vivamos, el traje que vistamos. Dios es el padre supremo de todos. Un padre puede tener muchos hijos, unos inteligentes y otros no, pero si un hijo inteligente dice al padre: “Mi hermano no es muy inteligente, voy a matarlo”, ¿creéis que el padre va a estar de acuerdo? Del mismo modo, si Dios es nuestro padre supremo, ¿porqué iba a concebir que matemos a los animales que también son hijos Suyos?”.
Querido lector debe Ud. comprender de  que: sí existe una necesidad  en aportarle la mayor cantidad posible de información y argumentos al respecto de este tema, en razón no solo de la importancia relativa a la salud sino también al ser consciente de las connotaciones particulares que tiene nuestro país con una cabaña bovina que supera en el doble al número de habitantes y un fuerte “marco social - alimenticio”, sostenido por una fuerte industria, en que se desenvuelve la  sociedad Argentina.
Aún cuando existen muchas más razones y argumentos para continuar aportando al tema; dejo abierta la puerta a la inquietud personal de cada uno de ustedes, para lo cual me pongo personalmente a su disposición.
El actual estado de cosas en materia alimentaria hace pacible a nuestra población de sufrir no solo enfermedades en todos los frentes, sino también la exposición a otro tipo de  sufrimientos  por la matanza de animales, que  como Ud. bien podrá deducir no solo a través de la  lectura sino también de su actual “estado de  consciencia”, estado que es individual e  independiente de su estudio y/o la formación técnica que posea; “estado” que depende exclusivamente de su espíritu, el que a su vez está en dependencia de lo “Superior”.

Profesor Dr. Juan Carlos Schurig Terraf
 Calle Bs. As. 50 -1º. San Miguel de Tucumán - Argentina -
 Tel. 4229832

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